El Comité de Ministros del Consejo de Europa publica la Recomendación 19 en 2006 para los Estados Miembros sobre  Politicas de Apoyo al Ejercicio Positivo de la Parentalidad. De aquí surgió el enfoque de Parentalidad Positiva que, tal como se define en la propia recomendación, se refiere

“al comportamiento de los padres fundamentado en el interés superior del niño, que cuida, desarrolla sus capacidades, no es violento y ofrece reconocimiento y orientación, que incluye el establecimiento de límites que permitan el pleno desarrollo del niño” (p.3, versión castellana).

Esta recomendación se inscribe firmemente en el enfoque de los Derechos de la infancia y la adolescencia según la Convención sobre Naciones Unidas de los Derechos del Niño.

El bagaje profesional de los profesionales de Cámbialo nos ha llevado a concluir que es necesario un apoyo real y efectivo tanto a las familias como a los profesionales que trabajan con dichas familias que en ocasiones constituyen una dificultad para poder llevar a cabo de forma óptima su labor profesional, bien por un concepto erróneo sobre las funciones y cometidos, bien por encontrarse con familias desbordadas por las demandas sociales, a saber: conciliación familiar y laboral, error de conceptos y  demandas delegadas en los profesionales de la educación que no les corresponde.

Todas las familias necesitan un apoyo y una guía para  ejercer la tarea de la parentalidad, que este apoyo lo ofrezca el centro educativo donde cada día dejan a sus hijos, aumenta la confianza y tranquilidad en dicha institución, sensibilizada con las necesidades reales de sus usuarios.

Los padres reciben pautas de los profesionales que no saben llevar a cabo y poner en práctica: “ debe de estimular a su hijo…”, “ hay que desarrollar su empatía…”, “ debe generar un hábito de estudio…”; ¿Cómo se hace eso?

Desde Cámbialo queremos dar  una salida efectiva a dicha recomendación, poniendo en marcha un programa cuyo objetivo final sea dirigirse  “HACIA UNA PARENTALIDAD POSITIVA”